Recomendaciones de nuestro Sínodo ante la expansión del Coronavirus
- Marzo 19, 2020

        “Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación.
Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo,
Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.” Salmo 90.1-2

A: los HH. Presbiterios, HH. Consistorios
De: Comisión Ejecutiva Sinodal

Les saludamos cariñosamente en el amor de nuestro Padre Eterno y en la comunión que tenemos por Su Espíritu Santo.

En el contexto de la actual situación que se vive en el mundo y especialmente en nuestro país debido a la rápida expansión del Coronavirus COVID-19 y teniendo especial consideración a las determinaciones que nuestras autoridades de gobierno ya han tomado al respecto, hemos tenido a bien dirigir a cada Presbiterio y, mediante ellos, a cada Consistorio de la Iglesia Presbiteriana de Chile las siguientes exhortaciones y recomendaciones:

1. Exhortamos a todos los miembros y participantes de nuestras Iglesias Presbiterianas de Chile a no cesar de orar en estos tiempos, reconociendo primeramente en adoración la absoluta soberanía de Dios en toda esta situación que, ciertamente, forma parte del perfecto plan que, en Jesucristo, el Padre está llevando a cabo en la historia y, en segundo lugar, intercediendo y rogando que Dios tenga misericordia de todos, librando de mayores contagios a la población mundial y chilena y manifestando especial compasión hacia los grupos más vulnerables para que este virus no traiga consecuencias fatales para ellos; elevando también súplicas para que profesionales de la salud, científicos, autoridades de gobierno y todos quienes están trabajando en esta hora para el bienestar de la población reciban del Señor sabiduría, discernimiento, fuerzas y ánimo para desempeñar su labor con armonía y eficacia a fin de impedir que en nuestro país y en otras partes del mundo se produzca una crisis sanitaria de aún más graves consecuencias. Exhortamos, asimismo, a que guarden la cuarentena ya indicada por las autoridades, permaneciendo en sus casas en la medida que sus responsabilidades lo permitan. Durante este tiempo, aconsejamos que, reunidos en familia, realicen la lectura y atenta meditación de salmos como el 46, 47, 49, 90, 91 y otros que nos enseñan a confiar en la soberanía de nuestro Dios en horas de incertidumbre.

2. Recomendamos a las iglesias locales de nuestra jurisdicción que suspendan todos sus cultos y reuniones por, a lo menos, las próximas 2 semanas. Aconsejamos a los pastores y Consistorios que para los próximos domingos hagan llegar vía WhatsApp ó e-mail una liturgia sencilla para ser seguida en casa con una meditación bíblica para ser leída u oída. A aquellas iglesias que tengan los recursos tecnológicos y humanos para ello, les recomendamos que transmitan sus cultos online, exhortando a todos sus miembros a no descuidar el Día del Señor en familia o en grupos pequeños (si las condiciones lo permiten), recordando a todos que esta situación de cultos no-presenciales no es la normalidad de la vida del Cuerpo de Cristo según la Palabra de Dios enseña, pero sí una excepción necesaria ante una situación de fuerza mayor, con el fin de no sólo cuidarnos a nosotros mismos, sino cuidar también a nuestro prójimo, proteger a los grupos más vulnerables de nuestra sociedad y, por amor a ellos, hacer lo posible para evitar que nuestro sistema de salud colapse.

3. En el caso de aquellas iglesias que aún no hayan realizado sus Asambleas Congregacionales Ordinarias, según el art. 25 del Estatuto de la Iglesia Presbiteriana de Chile lo indica, comunicamos por este medio que se permitirá la excepción de realizar sus Asambleas Ordinarias con posterioridad al mes de marzo, desde el fundamento que en Chile y el mundo se está viviendo una situación sanitaria excepcional de fuerza mayor; las iglesias que se encuentren en esta situación, sin embargo, deberán realizar su Asamblea a la mayor brevedad posible, una vez que las autoridades de gobierno permitan las reuniones de más de 50 ó 100 personas. Para el caso de aquellas iglesias locales que tenían programadas Asambleas Congregacionales Extraordinarias en estas fechas con el fin de elegir oficiales debido al vencimiento de sus mandatos, recomendamos reconocer la extensión de dichos mandatos hasta que estén las condiciones en nuestro país para realizar la asamblea requerida.

4. Recomendamos a los Consistorios de nuestra jurisidicción que instruyan a sus pastores (y oficiales cuando sea el caso) a sólo realizar las visitas pastorales y atenciones espirituales más urgentes y/o delicadas en este tiempo, no sólo como una medida de protección para sí mismos, sino también porque son potenciales agentes de transmisión, pudiendo llevar el Coronavirus COVID-19 de un lugar a otro. Del mismo modo, exhortamos a los pastores y oficiales cuando tengan que realizar visitas a que guarden disciplinadamente todos los cuidados necesarios que las autoridades sanitarias ya han recomendado: lavado frecuente de manos con abundante agua y jabón y/o alcohol gel antes y después de cada visita, uso de mascarilla en el transporte público y en visitas a personas de la tercera edad u otros grupos de riesgo, no saludar estrechando la mano ni dando abrazos, etc.

5. Exhortamos a todos nuestros hermanos a ser cuidadosos con la información que comparten por redes sociales, e-mail o Whatsapp, evitando enviar o reenviar audios, videos, infografías, noticias, etc. que no provengan de medios oficiales y que puedan, por un lado, causar extremo alarmismo o, por el otro, despertar suspicacias que no nos hagan tomar las medidas necesarias. Invitamos a privilegiar el compartir información que emane directamente de nuestro Ministerio de Salud o de la Organización Mundial de la Salud.

Esperamos que esta comunicación llegue a ustedes en este tiempo como una invitación a estar unidos no sólo en nuestra profesión de fe en el Dios Soberano, sino también en la práctica sabia de nuestra responsabilidad humana, amando y sirviendo al prójimo como Jesús nos enseñó, cuidándonos a nosotros mismos para así cuidar a otros, evitando contagiar a nuestros adultos mayores y a otras personas de riesgo y haciendo lo que esté a nuestro alcance para evitar colapsar las salas de emergencia de hospitales y clínicas, a fin que puedan proveer la atención oportuna a quienes se encuentren en riesgo vital. En todo esto somos desafiados a dar testimonio de la gracia y la verdad que en Jesucristo se nos reveló.

Nos despedimos en el amor de nuestro Señor Jesús, el Cristo,

 

Rvdo. Cristian Contador C.                                                 Rvdo. Daniel Vásquez Ulloa
Secretario Ejecutivo CES – IPCh                                        Moderador CES- IPCh

 

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