El inglés John Wycliffe fue considerado un filósofo y teólogo destacado entre sus pares de la universidad de Oxford. Wycliffe mientras más estudiaba la Biblia, más se convenció de las desviaciones de la Iglesia romana. lo que le causó problemas con las autoridades eclesiales de Roma y con el parlamento inglés.

Sobre él pesaron 5 edictos firmados por el papa Gregorio XI en los que se le acusó de 18 cargos. En la audiencia que se realizó en el Palacio de Lambeth, Wycliffe respondió ante el arzobispo: “Estoy listo para defender mis convicciones hasta la muerte… He seguido las Sagradas Escrituras”. Sostuvo, además, que el Papa y la iglesia estaban en segundo lugar en autoridad respecto a la Biblia. Su postura les costó vivir bajo arresto domiciliario y dejar de pastorear.

Wycliffe convencido que cada cristiano debiera tener acceso directo a las sagradas escrituras, emprendió el proyecto de traducir la Biblia al inglés, de imprimirla y distribuirla, incluso mucho antes que se inventara la imprenta en 1440.

John Wycliffe muere el 30 de diciembre de 1384 y pese a las vicisitudes que enfrentó se dedicó por entero al llamado de su vida: ayudar a los cristianos a estudiar la Biblia.