En el Encuentro se profundizaron los temas tratados en el retiro de verano y que tiene que ver en cómo adoptamos las disciplinas espirituales a nuestra vida, a nuestra cotidianidad.
Cerca de 70 jóvenes se conectaron en línea para seguir creciendo, y aprendiendo, las ideas que se derivan de un corazón que ama a Cristo, de un corazón que anhela reflejarlo.
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“En esta oportunidad se pensó en una espiritualidad más integral, más conectada con el tiempo de confinamiento en el que vivimos”, comento Luis Pino, Director Presbiterial.
Teniendo como eje fortalecer la espiritualidad, se realizaron talleres orientados hacia la misericordia, el cuidado del cuerpo, de las emociones y las disciplinas espirituales, instancias que apelaron a mover los “corazones” de los jóvenes que se inscribieron en ellos de acuerdo a sus intereses.
Tal como comentó el Asesor del Departamento, Pastor Jonathan Muñoz, en la presentación de su taller, “Disciplinas espirituales”, una disciplina espiritual no implica hacer esfuerzos personales para luego recibir los beneficios y bendiciones de parte de Dios. ” Las disciplinas espirituales no tienen que ver con conductas externas, sino en cómo respondemos personalmente a la Gracia de Dios ante el amor que Él nos da”.
Disciplinas espirituales como el orar, leer la Biblia y socializar en una comunidad de fe ( la Iglesia), tienen un factor común de acuerdo al Pastor Jonathan Muñoz. ” Una disciplina espiritual verdadera significa dejar de hacer cosas marcada por nuestros intereses. En la oración es transferirle el control de nuestras vidas a Dios. En la lectura de su Palabra, es adoptar los pensamientos de Dios dejando de lado los míos. Y en la vida comunitaria, significa abandonar mi autosuficiencia y buscar en mis hermanos la ayuda para disciplinar mi corazón”.
De igual manera en el taller “Practica la misericordia”. Tal como lo expresó el Pastor Eduardo Tapia en su presentación: “La misericordia es un mandato de Dios que nos lleva a mostrar las marcas del Reino de los Cielos. Para el cristiano la misericordia no es una opción, es una obligación, porque Jesús la tuvo de nosotros. Ama la misericordia y cuídala en hacerla”, expresó.
En tanto, los talleres “Cuida tu cuerpo”, dictado por el Pastor Diego Villarroel, y “Cuida tus emociones”, por la hermana Chally Herrera, fueron instancias que a la luz del Evangelio dieron a conocer que el gran sustentador de nuestro cuerpo y emociones es el Señor quien, además, está atento a nuestras necesidades y es deber personal en entregarle a Él nuestras aflicciones e inquietudes.
Que Dios siga dando creciendo y sabiduría a los jóvenes de este Presbiterio.