El pasado 7 de septiembre, la Iglesia Presbiteriana de San Fernando fue sede de una emotiva Jornada de Reflexión y Culto de Acción de Gracias en conmemoración de los 60 años del Sínodo de la Iglesia Presbiteriana de Chile (IPCH) del Presbiterio Centro Sur. La actividad, que se extendió desde las 9:00 hasta las 15:00 hrs., reunió a pastores, seminaristas y miembros de la iglesia, ofreciendo un espacio de reflexión sobre el legado y el futuro misional de la IPCH.

Una jornada enfocada en la misión

La mañana inició con una reflexión a cargo del Pastor José Prado, de la Iglesia Presbiteriana Oasis de Redención en Antofagasta, titulada “Construyendo amistades misionales”. Durante su exposición, el Pastor Prado destacó la importancia de construir relaciones basadas en el evangelio, con un enfoque misional que fortalezca el testimonio cristiano tanto dentro como fuera de la iglesia.

Posteriormente, el Seminarista Danilo Vergara, candidato al sagrado ministerio del Presbiterio Centro Sur, compartió su visión sobre la “Proyección misional en el presbiterio”, motivando a los presentes a continuar expandiendo el alcance del evangelio en las diversas comunidades donde la IPCH está presente.

Un culto de acción de gracias y reconocimiento

A las 15:00 hrs., se llevó a cabo un Culto de Acción de Gracias, que fue transmitido en vivo por el canal de YouTube de la IPCH, IPCHTV. Este culto incluyó un momento especial de reconocimiento por los 55 años de ministerio del Pastor Alejandro Molina, quien ha sido un pilar fundamental en la vida de la iglesia y el presbiterio. La predicación de la Palabra del Señor estuvo a cargo del moderador del presbiterio Centro Sur, pastor Cristian Contador. El culto contó con la presencia del Moderador de la IPCH, Pastor Joel Romero, quien dio sus saludos al presbiterio y dio gracias al Señor por su fidelidad en la vida de nuestra iglesia.

El enlace para revivir el Culto de Acción de Gracias está disponible en el siguiente link: Culto de Acción de Gracias por los 60 años del Sínodo de la IPCH.

Este evento fue una oportunidad para reflexionar sobre el pasado, presente y futuro de la misión presbiteriana en Chile, y para dar gracias a Dios por su fidelidad a través de los años.