No se trató de conversar sobre las historias que los noticieros nos cuentan día a día; sino de verlas desde la Palabra de Dios. Y para esta ocasión, la primera reunión Presbiterial de Hombres del Presbiterio Centro, celebrada el 25 de julio, se invitó al Pastor Sebastíán Romero quien exhortó a los hermanos en el Salmo 91.
Ante la adversidad y las pruebas que nos impone este tiempo de pandemia el Pastor Sebastíán Romero llamó a los participantes a refugiarse en el Evangelio, “Cristo es nuestro refugio, volvamos nuestra mirada a Él. Por muy amenazante que sea nuestro caminar no olvidemos que nuestra seguridad está en Cristo, porque Él es la promesa de vida eterna. Dobleguemos nuestros corazones, doblemos nuestras rodillas”, señaló.
Después de este tiempo de exhortación, los hermanos se dividieron en grupos para trabajar en preguntas dirigidas a propósito de lo expuesto en el Salmo 91. Tras un tiempo de reflexión se hizo una conversación general en donde se resumieron las conclusiones hechas por cada grupo.
Es cierto, el confinamiento, las responsabilidades laborales y familiares han mellado la voluntad y los corazones. Pero mirado desde la perspectiva de la Palabra de Dios, estamos convencidos que Él ha usado este tiempo para disciplinarnos porque Él es un Dios Soberano, que sigue fiel al Pacto y que nos ama misericordiosamente. Fueron el tenor de las reflexiones compartidas en el plenario.
En la reunión se presentó también la experiencia de la Fundación Prójimo en el Campamento Jerusalén de Batuco. El hermano Sebastián Ramírez contó de los avances y, por cierto, de las necesidades materiales, de alimento, y también espirituales que se requieren cubrir. “Los invito a participar de esta iniciativa y a tenernos en sus oraciones”, dijo al término de su exposición.