Nos alegramos en el Señor por este nuevo aniversario, porque la permanencia de esta amada Iglesia en el tiempo ha sido por obra y Gracia de nuestro Dios.
Saludamos, asimismo, a los presbíteros, diáconos, familia pastoral, miembros y adherentes, de esta amada Iglesia, rogando que el evangelio de salvación reavive y fortalezca sus corazones.