Dr. Michael Goheen, Director MTC:
“Lo significativo para el MTC y para Covenant es que con esta alianza creceremos y seremos enriquecidos por la iglesia chilena (IPCh)”.
- Febrero 28, 2022

Conversamos con el profesor Goheen sobre el camino recorrido para concretar esta alianza virtuosa y providencial entre la FTR y el Covenant. También se refirió a sus expectativas en el inicio de clases del Magíster en Teología Misional.

La novel historia de la vida institucional y de servicio de la Facultad de Teología Reformada (FTR) da testimonio de la inmensa gracia de Dios.

Esta ha impulsado el desarrollo progresivo de una institución sencilla, que desde un país aislado y pequeño se ha destacado en el ámbito de la educación teológica no solo en lo académico, sino también por tener los brazos extendidos y una óptica amplia para vincularse más allá de sus fronteras con instituciones con las que comparte el propósito de un desarrollo académico que vaya siempre de la mano con el desarrollo misional de la Iglesia de Cristo.

Ese camino tiene como uno de sus frutos el Magíster en Teología Misional (MATM), el primer programa de postgrado en alianza con el Covenant Theological Seminary (CTS), que comenzó sus clases el domingo 27 de febrero.

Conversamos con uno de los gestores y promotores de este sueño, el profesor Michael Goheen, Director del Missional Trainning Center (MTC) del CTS, quien se encuentra en Chile para dictar las clases del primer módulo.

Providencia para una bendecida alianza

Hace diez años, los pastores de Phoenix, Arizona, contactaron al profesor Michael Goheen para crear un programa de formación teológica para sus líderes, que los capacitara para formar iglesias misioneras fieles en contextos cambiantes. Para ello, nos cuenta el profesor, “definimos que la formación teológica tendría tres marcas diferenciadoras: un plan de estudios completamente moldeado por la misión; que además ese plan de estudios prestara mucha atención a la comprensión de la cultura y su idolatría; y encontrar nuevas metodologías de enseñanza y de evaluación en la formación de pastores, y no solo de académicos”, dice.

Además, desde el inicio tomaron dos compromisos que se mantienen vigentes: compartirían lo aprendido con otros, en diferentes partes del mundo; y que tratarían de aprender de esos socios a medida que fueran capaces de criticar sus propios puntos ciegos. Esos dos compromisos asumidos se cumplen con esta alianza MTC-FTR y el profesor Goheen destaca que “su importancia radica en que es la primera vez que ofrecemos nuestra titulación como grado acreditado fuera de Phoenix. Esperamos compartir lo que hemos aprendido en los últimos 10 años y aprender de los líderes chilenos, y que ellos nos muestren cuáles son los puntos ciegos de nuestra mirada como norteamericanos”.

Y profundiza respecto de la relevancia de esta forma de intercambio: “En Efesios 3.18 Pablo dice -y lo parafraseo libremente aquí- que el amor de Dios es tan amplio, largo, alto y profundo que sólo puedes entenderlo y llenarte de él si lo entiendes junto con todo el pueblo de Dios. Es demasiado amplio, largo, alto y profundo para que la iglesia de un lugar geográfico o de una tradición confesional lo pueda entender por sí sola. Necesitamos a todos los santos. Creo que es significativo que nuestro compromiso transcultural pueda enriquecernos a todos, tanto a los que cursan el Magíster como a los que enseñan. Los latinoamericanos tienen puntos de vistas que los norteamericanos no tienen, y viceversa. Creo que lo significativo para el MTC y para Covenant es que con esta alianza creceremos y seremos enriquecidos por la iglesia chilena (IPCH)”.

Y esta unión de los santos del MTC y la FTR según el profesor Goheen ha sido posible por la providencia, “Dios nos guió hasta aquí, en cierto modo por nuestra relación de trabajo con Brasil y porque mi esposa nació en Chile y ella sigue orando por la iglesia chilena. Por otra parte, en mis visitas al país, en los últimos cuatro o cinco años, se hizo visible un interés común; ambas instituciones son presbiterianas y reformadas; ambas tenemos un compromiso similar con la ortodoxia teológica; ambas están interesadas en ser iglesias misioneras”.

“Pero más allá de estos atributos también ha sido importante la calidez de la amistad con Felipe (Villarroel), Oswaldo (Fernández), Jonathan (Muñoz), José (Prado), Alejandro (Lara), Vladimir  (Pacheco) y la de muchos otros hermanos chilenos. Esto nos ha unido de verdad.”

Inicio de clases

Luego de un tiempo arduo de conversaciones y trabajo, pandemia de por medio, el 27 de febrero se inició formalmente el Magíster en Teología Misional, con los primeros dos módulos intensivos que se realizan en el Centro de Encuentros La Granja Presbiteriana, donde hasta el 8 de marzo abordarán de manera profunda Prolegómenos.

Este primer intensivo será un acercamiento al núcleo central que conformará el resto del Magíster. Al respecto Goheen aclara: “Se tratarán cuatro áreas, ¿Qué es el Evangelio?,  ¿Por qué es importante entender la Biblia como una verdadera historia de redención?, ¿Cuál es el papel del pueblo de Dios en la historia bíblica? y ¿Cómo podemos entender la larga historia que ha dado forma a nuestra cultura actual? Espero que al final de este tiempo juntos, todos hayamos crecido significativamente en la respuesta a estas preguntas”.

Además, entregó algunas recomendaciones para que los alumnos saquen el máximo provecho de este primer intensivo: “Yo les recomendaría dedicarse a la oración para que Dios utilice este tiempo para dar conocimiento y sabiduría sobre su Palabra, su mundo y su iglesia; y lo digo porque a menudo los académicos no nos damos cuenta de la importancia de la oración. También les recomendaría dedicar tiempo a leer los textos requeridos y a reflexionar sobre el material. Y venir preparados para hablar y escuchar, preparados para hacer preguntas, compartir historias, escuchar a los demás. Cuanto más seamos capaces de tener esto, más aprenderemos juntos. Los alumnos que estarán en este curso tendrán mucho que ofrecer desde su experiencia”.

Esto último recoge una de las características distintivas de este postgrado, que considera como parte de su metodología el transcurrir del estudio y las clases de la mano con el trabajo eclesial de cada alumno, lo que beneficiará directamente a las iglesias locales, movilizando en ellas la perspectiva misional sostenida en que “la Palabra de Dios tiene el poder de moldear y formar a su pueblo para que sea la nueva humanidad por el bien del mundo. Sin el poder de esa Palabra, seremos simplemente otra organización religiosa” sostiene el profesor Goheen. Y agrega “Pablo escribe: Haz lo posible por presentarte a Dios como alguien aprobado, un obrero que no necesita avergonzarse y que maneja correctamente la Palabra de la Verdad” (2 Tim 2.15). Por ello, es importante que los encargados de enseñar la Palabra sigan profundizando en su comprensión de ella, así como de nuestro mundo y de la vocación de la Iglesia. Por ello, dar tiempo a los líderes para que sigan estudiando es importante para la salud de la iglesia a largo plazo. La iglesia que no da ese tiempo para que sus líderes y pastores profundicen en su conocimiento y sabiduría, carecerá de los recursos espirituales para ser una iglesia sana y vibrante”.

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